¿Qué es el Brexit?
Brexit es una abreviatura de dos palabras en inglés, Britain (Gran Bretaña) y Exit (salida), y hace referencia a la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE). La idea de mezclar estas dos palabras proviene de la crisis griega, situación que empezó a impulsar el término ‘Grexit’ para aludir a la posible salida de Grecia de la UE.
Referéndum 2016
En 2015 el Parlamento británico aprobó la celebración del referéndum. El 23 de junio de 2016 se celebró en el Reino Unido y en Gibraltar un referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea.
La pertenencia británica a la Unión Europea había sido un asunto controvertido desde que el país se integró en la Comunidad Económica Europea en 1973, con debates sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Los británicos, por un 51,9% contra un 48,1% de los votos, habían decidido abandonar la Unión Europea. Hubo divisiones importantes dentro del país. Inglaterra y Gales apoyaron la marcha de la UE, Escocia e Irlanda del Norte en cambio votaron la permanencia. Eso ha creado un principio de fracturación de la unidad nacional.
Artículo 50 del Tratado de Lisboa
El Tratado de Lisboa es el documento que sustituyó a la Constitución para Europa tras el intento frustrado de tratado constitucional de 2004. Gracias a este Tratado de Lisboa, la Unión Europea adquirió personalidad jurídica propia y por tanto también la potestad para firmar acuerdos internacionales, pero no marcó nuevas competencias exclusivas para la Unión ni estableció simbología propia de los Estados –como las banderas o los himnos
El Tratado de Lisboa estipula que, si el acuerdo de retirada no se concluye dentro de los dos años después de la notificación oficial del Estado en cuestión, se hace efectiva su salida de la UE, aunque el plazo puede extenderse con una decisión unánime del Consejo Europeo de acuerdo con el país. Sin embargo, para que empiece a correr ese plazo hay que esperar a la notificación oficial del Reino Unido y no será hasta entonces cuando se apliquen las disposiciones previstas en el artículo 50.
El camino del Brexit
Según lo divulgado hasta ahora por Teresa May, el Reino Unido quiere abandonar el mercado único y la unión aduanera de manera que pueda establecer pactos comerciales con otros países fuera de la UE.
También piensa abandonar la jurisdicción del Tribunal Europeo de Justicia, que actualmente tiene potestad sobre la legislación británica. Con esa interpretación extrema del ‘brexit’ el Gobierno conservador quiere, entre otras cosas, retomar el control de las fronteras, acabar con la libertad de movimiento y limitar la entrada de trabajadores europeos en el país.
El efecto del Brexit en España
España sería la octava economía más afectada por el ‘Brexit’ según un informe publicado por S&P. El análisis, que evalúa a 20 países europeos, indica que Irlanda, Malta y Luxemburgo serían las economías que más sufrirían por esta potencial salida de la UE. Las relaciones comerciales entre España y el Reino Unido están valoradas en 55.000 millones de euros al año y según datos del ICEX, en el Reino Unido existen más de 300 empresas de capital español, mientras que en España hay casi 700 sociedades británicas.
Además, actualmente hay unos 200.000 españoles en Reino Unido, cuya situación está en el aire. Durante dos años, mientras se negocia la relación del Reino Unido con la UE, podrían seguir en el país pero luego quedarían a expensas de las decisiones que pueda tomar el Gobierno británico, como implantar permisos de trabajo.
La libra ha servido durante la campaña del referéndum británico como una especie de termómetro que indicaba si las encuestas se decantaban más por la salida o la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea. Con el apoyo mayoritario al Brexit, es decir, la salida, la divisa ha sido lo primero que ha sufrido las consecuencias, y ha registrado fuertes bajadas. Las más intensas se vivieron la madrugada pasada. El resultado sorprendente del referéndum, que no auguraba ninguna encuesta, hizo que se desplomara de golpe su valor con respecto al dólar al nivel mínimo en más de 30 años. La debilidad del euro, que también cae por el Brexit, hace que la libra con respecto a la moneda europea haya caída menos.
Al margen del impacto importante que pueda generar en la economía y las empresas con intereses en Reino Unido (si su facturación se resiente, puede acabar afectando al empleo, por ejemplo) los precios de unas vacaciones o comprar por Internet a empresas británicas puede ser distinto según suba o baje la moneda.
Quienes cobren el sueldo en libras, con la depreciación, cuando cambien divisas para viajar a la zona euro tendrán menos poder adquisitivo. Del mismo modo, a los españoles que viajen a, por ejemplo, Londres, les costará menos reservar un hotel o pagar una cena, porque por los mismos euros les darán más libras.
Es importante tener en cuenta que el cambio de divisa depende también de la moneda que se use como contraparte. Por ejemplo, la libra ha bajado mucho en comparación con el dólar tras el Brexit. Este viernes por la tarde cada libra se intercambiaba por 1,37 dólares, un 7,48% por debajo del jueves. Sin embargo, en la libra contra el euro la bajada ha sido más suave, del 5,29% en el día, hasta 1,23 euros. Porque el euro, a su vez, se ha debilitado también contra el dólar. En concreto, el cambio euro-dolar baja un 1,97%, y cada moneda europea se intercambia hoy por 1,11 dólares.
Los protagonistas del Brexit
Partido de la Independencia del Reino Unido
Deixa un comentari
Heu d'iniciar la sessió per escriure un comentari.