Del papel al digital: la evolución de la prensa escrita

El avance de la tecnología en los últimos años está escenificado en todos los ámbitos, y la prensa escrita no iba a ser menos. Con el nacimiento de la prensa online, se ha facilitado la difusión y el acceso a la información. Por otra parte, la posibilidad de disponer de información actualizada al segundo permite que la prensa escrita siempre pueda informar de la última hora, así como que pueda cubrir eventos en riguroso directo.

Además, la prensa digital facilita el acceso de los usuarios a la información: Deja de ser necesario disponer de un periódico en papel para conocer la información, basta con tener un ordenador o dispositivo móvil que disponga de conexión a internet.

Pese a esto, no todo es positivo con la llegada de la prensa online. La venta de periódicos impresos ha caído en picado los últimos años, y la tendencia indica que lo seguirá haciendo a un ritmo igual o superior en el futuro. Así pues, la prensa online significa la llegada de un modelo que puede implicar más ventajas que desventajas, ya que ofrece una mayor accesibilidad a la información al usuario.

Los inicios de la prensa online se remontan a mediados de los años ’90, época en que se inicia una expansión de internet que se traduce en un significativo nombre de nuevos usuarios. A nivel mundial, el británico The Telegraph lanza en 1994 el Electronic Telegraph, convirtiéndose éste en el primer periódico digital de la historia. En el mismo año, aunque posteriormente al Electronic Telegraph, nace el digital San José Mercury News en San José, California. Por otra parte, en Cataluña nació el primer periódico digital a nivel estatal. Se trata del diario Avui que se puso en marcha el 1 de abril de 1995 y al que le siguió, unos meses más tarde, el Periódico de Catalunya, medio que publicó su edición online tanto en formato HTML como en PDF.

Prensa digital y en papel

La versión digital de las publicaciones en papel se ha convertido en imprescindible para los grandes grupos mediáticos en la actualidad gracias a diversos motivos.

En primer lugar, la versión digital ofrece importantes ventajas respecto a la versión en papel. El periódico impreso se publica una sola vez al día, a primera hora de la mañana. Esto provoca que a las pocas horas de haber salido se convierta en una publicación desactualizada. En cambio, el digital permite actualizar la información siempre que sea necesario pudiendo dar siempre la última de lo que está pasando, así como hacer seguimiento de eventos en directo (mantenernos informados de una jornada electoral, de un acontecimiento deportivo…). La inmediatez es un factor clave en las versiones en línea.

Por otro lado, la posibilidad de incluir contenido multimedia a las piezas escritas es un atractivo más del que disfruta la prensa online. Poder complementar la información del artículo con un vídeo de un suceso o unas declaraciones en formato de audio de algún testigo, por ejemplo, enriquece la pieza y la hace más llamativa para el lector que se encuentra delante de la pantalla, un lector que dispone de menos tiempo que el que se encuentra leyendo un periódico en papel y que busca una información actualizada y algo más directa.

Pero la inclusión de la información en un medio digital de libre acceso tiene una afectación económica clara para el formato papel: las ventas de los periódicos han caído y, con ello, podría ponerse en riesgo la situación económica de algunos medios. Y es que los números no engañan. En el año 2005, los cuatro periódicos generalistas con mayor audiencia en España difundían 1.185.000 periódicos al día. En 2015, 10 años después, 7 esta cifra descendía hasta los 500.000. Un descenso de más del 50% de las ventas que indica la importancia de establecer una correcta estrategia empresarial con las versiones digitales, cuya audiencia va in crescendo.

 La publicidad es, actualmente, la mayor fuente de ingresos de los medios digitales. Por tal de ejemplificar la importancia económica que tiene para los diarios, encontramos que publicitarse a página entera en un periódico generalista como El País tiene un coste de 49.400€ y hacerlo en La Vanguardia, el periódico más leído en Cataluña, implica una inversión de 17.500€.

Por otro lado, hay periódicos que optan por establecer un límite de artículos de visionado gratuito. Un ejemplo es el diario Ara, que permite a los lectores no suscritos leer un máximo de 10 artículos de forma gratuita al mes.

El papel de las redes sociales

Si bien es cierto que la inclusión de las versiones digitales ha supuesto una mayor difusión de los contenidos que publican los diarios, las redes sociales han acrecentado esta tendencia. Los periódicos en línea han creado perfiles en las principales redes sociales (Twitter o Facebook, entre otras) con la finalidad de hacer llegar su información a un mayor número de personas.

Así pues, la entrada de la prensa online en redes sociales ha significado un método de difusión y de captación de audiencia. Se puede ejemplificar esta afirmación de la siguiente manera. Imaginemos que tenemos un usuario que quiere estar informado sobre noticias de ámbito deportivo a tiempo real, sin necesidad de entrar en la página web de un medio deportivo. Este usuario puede configurar su perfil de Twitter de tal manera que pueda recibir una alerta a tiempo real de aquella información que le interesa porque un medio determinado la ha publicado en su web y, posteriormente, la ha compartido en la red social.

En el siguiente vídeo procedente del canal de vídeo EiTB de YouTube, vemos el papel de las RRSS en los medios de comunicación:

De esta manera, vemos como las RRSS perfeccionan, aún más, el concepto de inmediatez y rapidez que caracteriza a la prensa online. Además, de la misma manera que se puede hacer en la web, también se pueden incluir elementos audiovisuales como imágenes para complementar el titular de la noticia que nos muestran los medios en sus perfiles.

Dispositivos y accesibilidad

La llegada de la prensa online, en sus inicios, era únicamente accesible para aquellos usuarios que dispusieran de un ordenador con conexión a internet por cable. Con el paso de los años, esto ha cambiado. El nacimiento de otros dispositivos con conexión a la red, como smartphones, tablets o SMART TV, entre otros, ha permitido que no sea necesario disponer de un ordenador para acceder a los medios digitales, sino que también se pueden utilizar otros dispositivos para acceder a la versión digital de los diarios.

Por otro lado, la creación de APPs propias por parte de los grandes grupos mediáticos y periódicos menores (el bajo coste de creación de una aplicación móvil ha permitido que ésta sea una herramienta accesible para todo tipo de empresas), ha permitido una mayor facilidad de acceso a la información online.

Además, la posibilidad de añadir contenido multimedia a los artículos escritos en versiones web, en los perfiles de los medios en redes sociales i en las aplicaciones móviles se ha convertido en una manera de enriquecer los textos que podríamos encontrar en la prensa impresa.

Expectativas de futuro

El avance de la prensa online desde la década de los noventa nos lleva a pensar en un futuro digital. El aumento de la audiencia de medios digitales en detrimento de la prensa escrita no es casualidad: la prensa digital muestra unas mayores “prestaciones” que las versiones impresas. La inmediatez y el ofrecimiento de contenidos multimedia, son ejemplos de cualidades que disfrutan las versiones digitales de los periódicos, y que las dotan de un mayor atractivo de cara a la audiencia.

Por otro lado, la prensa online ha hecho esfuerzos constantes de actualización que le ha permitido llevar a cabo con éxito una adaptación constante a los tiempos. Con el nacimiento de las redes sociales, pasaron a formar parte de ellas mediante la creación de perfiles donde comparten las noticias que publican. Unos años más tarde, con el aumento de usuarios de smartphones, se adentraron en la creación de aplicaciones móviles.

Por lo tanto, cuando hablamos de prensa online estamos hablando del modelo de prensa escrita del futuro y, también, del presente. Un modelo que está dejando a la prensa escrita impresa en un lugar, cada vez, más reducido.

Bibliografía

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